La manzana deshidratada es especialmente efectiva para aliviar dolencias estomacales gracias a sus componentes antiinflamatorios naturales. Ayuda a limpiar el sistema urinario y, en general, a desintoxicar el organismo. Este fruto deshidratado también colabora en la desinflamación del estómago, colon e intestinos. Para las personas que sufren de estreñimiento, se recomienda el consumo de manzana deshidratada, ya que actúa como antidiarreico y laxante. Es un excelente diurético y depurativo, contribuyendo a la eliminación de toxinas. Por estas razones, se sugiere su consumo para aquellos que luchan contra la obesidad y necesitan deshacerse de estas sustancias en su cuerpo.